Entre la Feria y el Corpus Christi, el Sevilla le regalado a
la ciudad la costumbre de una nueva fiesta, la Europa League, un torneo para
equipos serios. Fútbol viril, equipos más cuadrados que los trajes de Don
Draper. Sin estrellas, sin «prima donnas» que se hagan selfis tras marcar un
gol o salgan del sistema como caprichosas excepciones. Los que llegan a la
final de este torneo son conjuntos que da gusto verlos. Sevilla y Dnipro lo
fueron sin duda alguna. [Así narramo el Dnipro-Sevilla]
El Sevilla tenía más juego, pases, y además el arte de
Banega y Reyes en la mediapunta, pero el Dnipro corría y era duro, severo, con
ese rigor algo tímido de los equipos del este de siempre. Impronta militar,
desapasionado pero incansable. [Las mejores imágenes de la final de Varsovia]
Pudo haber un penalti sobre Reyes, pero al poco marcaron
ellos con una jugada de manual. Balón largo al nueve, Kalinic, que la peinó
para el brasileño Matheus, que un segundo antes del pase ya había esprintado
para ganar la banda. Luego le devolvió un pase perfecto al rematador.
El Sevilla jugó sus mejores minutos a partir de ahí. Vitolo
primero en una llegada, Reyes desde fuera o Kryckoviak de cabeza pudieron
marcar; Boyko, su portero, daba piruetas de portero joven. Krychoviak recogió
un córner con la zurda y remató con la derecha el empate. Muy poco después
llegó el 1-2 con una jugada de armonía absoluta: Reyes controló, dio media
vuelta y metió un balón entre cuatro rivales para Bacca, que con el swing
tranquilo del nueve superó al portero.
Durante esos minutos, el Dnipro había amenazado con algún
balón largo a los autores del primer gol, nada que no pudiesen controlar M’Bia
y Krychoviak, pero a partir del 1-2 comenzamos a ver a Konoplyanka, el bueno,
un jugador de una gran clase. Abandonó el Sevilla la convicción del toque, y el
Dnipro sorprendió con argumentos. Tuvo que estirarse Rico para detener un
disparo de Konoplyanka; luego llegó el empate con un libre directo cristalino
de Rotan.
Equipo ordenado
Estaba siendo una final extraordinaria y Villar, en el
palco, la miraba con su clásica estampa pensativa. Como se decía de algún
filósofo, Villar no sabe pensar sin ponerse la mano en la barbilla. Parece que
está mirando hormigas o esperando una conexión en el aeropuerto, pero es el
estado contemplativo del «fúrbol» en su estado más alto.
El Dnipro es un equipo ordenado a la antigua. En Ucrania las
cosas están serias y no van al fútbol a ver blanduras, ni 4-3-3 mórbidos que se
desparramen como Sara Montiel en la chaise-longue con un paquete de Ducados. El
Dnipro es un equipo que parece entrenar partiendo leños. Menos mal que el
Sevilla podía responder con M’Bia.
El Dnipro se estiró algo más en el inicio de la segunda
parte. Cierta retención de líquidos en la media sevillista, sin la viveza del
toque del principio. Emery reaccionó, retiró a Reyes y homogeneizó la derecha
con Coke y Vidal. Acertó el entrenador. Reyes es estupendo, pero tiene la
batería de un cepillo de dientes electrico. Posicionalmente se crecía el Sevilla,
pisaba mucho el área rival, aunque sin claridad.
El partido llegó a ese punto congestionado y rígido, propio
del momento en que aparece el miedo. Markevych hizo un cambio ofensivo, pero el
Sevilla, sin muchos espacios, amenazaba por alto. Músculo de M’Bia, toques de
Banega y recorrido de Aleix Vidal.
En un balón dividido que Vitolo prolongó al hueco, única
claridad sin piernas del área, lo aprovechó Bacca para rematar con el exterior
y hacer el tercero.El portentoso Boyko le quitó el cuarto a Bacca. Ya no se le
podía escapar el partido al Sevilla. Emery iguala el ciclo virtuoso de Juande
Ramos, el Sevilla se gana la Champions League y se convierte en el equipo con
más «Europa Leagues», la UEFA, la vieja copa para las ciudades con feria. Cuál
mejor que Sevilla.
Ficha del partido
2 - Dnipro: Boyko; Fedetskiy, Douglas, Cheberyachko, Leo
Matos; Kankava (Shakhov, m.85), Fedorchuk (Bezus, m.68); Matheus, Rotan,
Konoplyanka; Kalinic (Seleznyov, m.78).
3 - Sevilla: Sergio Rico; Aleix Vidal, Carriço,
Kolodziejczak, Tremoulinas; Krychowiak, Mbia; Reyes (Coke, m.59), Banega
(Iborra, m.87), Vitolo; Bacca (Gameiro, m.82).
Goles: 1-0,
M.7: Kalinic. 1-1, M.28: Krychowiak. 1-2, M.31: Bacca. 2-2, M.44: Rotan,
de falta directa. 2-3, M.73: Bacca.
Árbitro: Martin Atkinson (Inglaterra). Amonestó por parte
del Dnipro a Kankava, Kalinic (47+), Bezus (m.70), Rotan (m.75) y Leo Matos
(m.83), y por el Sevilla a Krychowiak (46+), Carriço (m.62) y Bacca (m.74).
Incidencias: Final de la Liga Europa 2015 disputada en el
Estadio Nacional de Varsovia ante unos 56.000 espectadores que llenaron
prácticamente el graderío. Césped en perfectas condiciones.
Fuente: abc.es
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